La cantautora menorquina vive la música como resultado de la creación y la tradición, y Parenòstic es una culminación de su proceso personal y artístico.
Después de haber agradecido y alabado sus raíces y su tradición con Tel.lúria (2017) y de haber experimentado a nivel compositivo y de producción con la electrónica en el disco Krönia (2019), Anna Ferrer llega con serenidad y equilibrio Parenòstic, el proyecto que se estrenó el 16 de septiembre de 2021 en el Mercat de Música Viva de Vic, con una gran acogida por parte de los programadores allí presentes y de los medios de comunicación.
Parenòstic es una especie de culminación temporal del proceso personal y artístico de Anna Ferrer, en el sentido de que vive, crea y comparte la integración de los opuestos que para ella representaban la creación y la tradición. Con Tel.lúria hizo apología de este folklore que tanto la ubica en el mundo humana y culturalmente, que la hacía sentir tan parte de un único código de origen, revolucionando a la Anna del disco anterior y permitiéndose sonoridades que no estaban vinculadas con su supuesta identidad musical estrictamente folklórica.
Ahora, repuesta de este combate creativo interno, entiende que es un todo, que la creación y la tradición van de la mano y que ella, en particular, no puede crear sin tener en cuenta la tradición, al tiempo que no puede dejar de cantar la tradición sin aportarle parte de su creatividad. Es así como nace Parenòstic.
En Parenòstic Anna Ferrer se encuentra, por primera vez, sola encima de un escenario. Después de que en sus trabajos anteriores se acompañara siempre de una banda al completo, aquí se desnuda de instrumentistas para ofrecer un directo crudo y sofisticado. Y ella sola se deshace entre instrumentos de raíz folklórica –el timbal o el guitarró– el teclado y la guitarra. Un montaje en el que los instrumentos son casi tan importantes como las luces o el juego con el espacio.
El trovador cubano Silvio Rodríguez dará inicio a su próxima gira latinoamericana con una presentación pública y gratuita en la escalinata de la Universidad de La Habana, el 19 de septiembre a las 19:00. El histórico enclave volverá a convertirse en escenario de la Nueva Trova, en un evento que marcará el punto de partida de una serie de conciertos por cinco países de América del Sur.
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.
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