Aute: pinturas, un casete con canciones inéditas y un disco terminado

Miguel Aute, hijo de Luis Eduardo Aute, durante una entrevista con EFE con motivo de la inauguración de la exposición de pinturas realizadas por el artista con la que se inaugura los actos de homenaje organizados en la sede de la SGAE en Madrid, el 6 de Mayo 2022. © EFE|Sergio Pérez

EFE | Celia Sierra - En la muestra, que se inaugura este viernes en Madrid, se pueden encontrar numerosas pinturas, algunas de ellas de cuando era niño, pero también objetos personales, como el magnetófono con el Aute que grabó "un boceto de un disco" con canciones inéditas poco antes de enfermar.

"Acababa de terminar de componer un disco, es un casete, espero poder recuperar eso de alguna manera", explicó su hijo Miguel a Efe en una entrevista con motivo de esta exposición. También hay otro disco, completamente terminado aunque no de sus composiciones, que verá la luz aunque todavía no tiene fecha.

"Mi padre falleció en 2020 en plena pandemia, es un mal sueño del que estamos comenzado a salir ahora, todavía tengo que poner mi cabeza en orden", dice Miguel Aute, responsable del legado del artista.

Una parte de lo que dejó Aute son sus cuadros. La pintura, explica, "era la favorita de todos los palos que tocaba".

"Mi padre siempre se consideró un pintor. Tenía un punto de vista muy particular sobre el mundo, muy bonito, y una sabiduría muy peculiar —señala—. Al principio se manifestó en la pintura y luego desbordó a la música, a la poesía y el cine".

Muchos de los cuadros que pueden verse en la exposición estuvieron colgados durante años en su casa, otros son de cuando tenía 9 años: "Tenía un talento natural para el dibujo, era autodidacta, nunca recibió clases".

También se pueden ver fotografías, numerosos dibujos que le servían de estudios o los apuntes de su primera exposición en Madrid. En ellos se puede leer "Visitar a Juana Mordó" o "Visitar Biosca", ambas citas se refieren a las dos galerías de arte más importantes de la España postfranquista (finales de los años setenta), de las pocas que se dedicaban al arte contemporáneo.

En aquella época, con apenas veinte años, el compositor de Al alba, Rosas en el mar o Una de dos era más un prometedor pintor que un músico, y llegó a participar en varias exposiciones fuera de España.

Miguel Aute está tratando de poner orden a todo el legado de su padre, que era muy "despistado" para la vida en general, "siempre andaba abstraído", pero para trabajar era "muy metódico".

Su vasto legado, la de un creador polifacético como se puede ver en la muestra, está integrado por cientos de obras, pero todas ellas no hacen más pequeña su ausencia.

"Mi padre era un pilar central, no por quien era fuera de casa, sino por lo cariñoso que era, lo bueno (...). Era una roca para toda la familia. El duelo se ha suavizado pero continúa", señala su hijo.

En la exposición hay otros objetos personales como cámaras fotográficas, su guitarra, una de las paletas que usaba para pintar con los restos de óleo reseco y un libro de Robert Louis Stevenson, Oraciones de Vailima y Sermón de Navidad, que estuvo siempre en su mesilla, que permanece intacta desde el día de su muerte.

Esta exposición-homenaje impulsada por su familia, se suma a otros muchos que ha tenido desde que desapareció. Retirado de la vida pública en 2016 tras un ictus que le dejó en coma dos meses, no pudo ir al concierto homenaje que en 2018 protagonizaron cantantes de todas las generaciones en Ánimo, Animal.

Se lo pudieron grabar para que lo viera: "Se emocionó muchísimo, no paraba de decirnos que le diéramos las gracias a todo el mundo —recuerda Miguel—, estaba muy agradecido y emocionado".

La exposición sirve como pistoletazo de salida a las jornadas dedicadas a cada una de las facetas de Aute (pintura, cine, poesía y música), que se desarrollarán durante todo el mes de mayo y en la que participarán artistas como Pastora Vega o Miguel Poveda.