Campanita
Allá en mi infancia primera
yo me crié entre mimos y cuidados
y fui creciendo alegre y muy confiado
contento y satisfecho, alegre de vivir.
Después que pasaron los años
y envuelto en ellos llegaron los pesares
como un cortejo de males a millares
yo fui reconociendo lo triste del sufrir.
Fue mi madre...
la que tanto me adoraba,
que la muerte
de mi lado la alejaba.
Y al poco tiempo, después de esa desdicha,
que me robó la dicha que tierno disfrutaba
la cruel parca,
la que me robó a mi madre
¡implacable!
se llevó también a mi padre
y la campana de aquel tranquilo huerto
tañó por aquel muerto
que solo me dejó.
Salí recargado de pena
porque el dolor me arrancó de aquella huerta
y mi existencia quedó triste y desierta
cual viven los proscriptos, los huérfanos de amor.
Aquellos que todo perdieron
cual si el destino con ellos se ensañara
y su alegría y dicha les matara
cargando en sus espaldas la cruz de su dolor.
¡Campanita!
¡yo te adoro con terneza!
¡Campanita!
tu recuerdo es mi tristeza.
Porque a tus sones meciéronme en la cuna
cuando era mi fortuna la paz y la alegría.
¡Campanita!
campanita de mi aldea.
¡Campanita!
tu recuerdo me rodea
y es que quisiera volver con gran anhelo
a aquel rincón de suelo dando empecé a vivir.
Writer/s: Salvador Polito, Juan Polito