Penas
Yo no sé cómo es posible
que un mocito de tu clase,
se la pase día y noche
secuestrao por un querer.
Siempre pensando en pamplinas
y hasta perdiste el coraje,
pues ya no sos ni la sombra
de lo que fuiste ayer.
Tendrías que conformarte
si te derrotó el destino,
en la mesa de la vida
hay que ganar y perder.
Divertite...
que en la calle está la vida,
y cicatrizá la herida
que te causó tanto mal.
No te aflijas...
desechá pronto esas penas,
y hacé saltar las cadenas
que pueden serte fatal.
No es que yo quiera meterme
en moderno consejero,
sabrás que siempre te quise
y me duele verte así.
Vos que anduviste conmigo
metido en los entreveros
y hoy por causa de polleras
te arrinconás y sufrís.
Volvé con la muchachada
a embriagarte de alegría,
y dale paso a las penas
que no te dejan reír.
Autor(es): Francisco Laino, José Martínez