Els Amics de les Arts: «El premio máximo de un concierto es que te digan: me gusta más que el disco»

Este verano Els Amics de les Arts no han parado de hacer conciertos por Cataluña, consolidándose como uno de los grupos más populares del país.

Recientemente también han creado su propia empresa de management y un ciclo de conciertos donde serán los directores artísticos.

Dos de sus cuatro componentes, Joan Enric Barceló y Eduard Costa, nos explican el día de hoy de la banda catalana.

Només d’entrar hi ha sempre el dinosaure, es vuestro último trabajo, que llega después de Espècies per catalogar, un trabajo que gustó mucho. ¿Qué diferencias encontraríamos? Mucha gente ha coincidido en un aumento de la presencia del piano.

Joan Enric Barceló: Hay cosas que desde dentro no las aprecias, como por ejemplo las sensaciones que puede desprender en la gente. Un poco la sensación que nos han comentado es que tiene más fuerza. Con respecto al piano yo no estaría tan de acuerdo, lo que sí que hay son más sonidos de órgano y de cosas electrónicas, cosas que habíamos jugado mucho en los inicios del grupo pero que en Espècies per catalogar quedaron un poco arrinconadas ya que nos inclinamos por un punto más orquestal, con muchos vientos y cuerdas. En este trabajo volvemos a recuperar el órgano hammond y esto combinado con el hecho que la banda solo es un bajo y una batería (lo que llevamos detrás), ha hecho que estos instrumentos tengan más presencia y salgan con más fuerza.

También apreciamos una evolución a nivel vocal, con más voces y mayor intervalo de registros, con más agudos. ¿Os cuesta más mantener el directo con el nivel de exigencia que esto conlleva?

Eduard Costa: Lo que pasa es que cuando nos ponemos a arreglar las voces nos animamos a todo y la experiencia también nos da tablas para saber a qué jugamos. Creo que a medida que avanza la gira más nos reconocemos todos y creo que esta es la marca de la casa. Cuando pones un disco nuestro y oyes la parte coral puedes identificar que es un disco de "Els Amics", es por eso que esto lo explotamos hasta el límite que nosotros sabemos explotarlo. Nos fijamos mucho y dedicamos mucho tiempo a arreglar las voces y que todo esté en su sitio y que la gente al venir al concierto lo oiga igual o mejor que en el disco. El premio máximo de un concierto en vivo es que termines y te digan: "me gusta más que el disco", esto es la culminación de lo que acabas de hacer.

En el tema de las portadas también vemos muchas diferencias en vuestra discografía. Si bien en Bed & Breakfast tenía un aire divertido y juvenil y Espècies per catalogar un toque de tranquilidad, en esta vemos una cara de mujer, intrigante, poderosa, una sensación de solemnidad. ¿Qué queríais representar con esta portada?

J.E.B.: Representa muchas cosas, una de las lecturas que nos gusta es que era la Melinda que aparece en la primera canción del disco. Si te fijas se trata de una figura femenina con un aire de plenitud, joven, guapa, con una vida por delante y todo un mundo por descubrir, que es lo que habla la primera canción, de que si se pudiera capturar ese momento donde lo tienes todo por delante y no tienes ningún tipo de miedo habría triunfado. Como ya no lo podemos hacer en la realidad decidimos plasmarlo y transmitir esta sensación en la portada.

¿Cómo os organizáis para la creación de nuevos temas? Con una importancia capital para las letras, las historias que contáis que han atrapado al público pero sin dejar de lado a la música, la melodía que las acompaña. ¿Qué viene primero, música o letra?

E.C.: El proceso creativo es muy heterogéneo, en el sentido que puede venir de un estribillo que traiga Joan Enric o de un riff de guitarra que traiga Ferran, entonces hay algo que es el detonante y las cosas empiezan a encajar, ideas que pueden ser sueltas encajan. Cada canción tiene un nacimiento diferente y es lo que hace de nuestra manera de hacer única, totalmente abierta en este sentido.

Sois un grupo autosuficiente, habéis creado vuestra propia empresa de contratación, también vuestro propio ciclo de conciertos (EnciSat!). ¿Creéis que este es el futuro de la industria musical, tener que encargarse de todos los detalles?

J.E.B.: Los tiros van por el espabilarte tú y hacerte las cosas a medida, en el fondo acabas viendo que nadie trabaja como tú quieres mejor que uno mismo. Esto quiere decir poner horas, poner recursos, dinero, pero son apuestas que si el resultado es bueno siempre vale la pena hacerlas y hacer un paso adelante para la autogestión. Es algo que hemos tenido mucho en la cabeza. Ya en los inicios empezamos a hacerlo todo, auto-grabándonos, auto-produciéndonos, mezclando, masterizando, todo. Pero aprendimos a delegarlo, aunque hay parcelas que es nuestra vida y al fin y al cabo nos hemos dado cuenta que nos gusta llevarlo nosotros mismos.

En concierto os podemos encontrar en dos ambientes muy dispares. De fiesta mayor en cualquier pueblo o ciudad o en teatros o salas que requieren un repertorio no tan festivo. Vuestros primeros discos sí que tenían un toque más festivo y lúdico pero estaréis conmigo en que a medida que avanza el tiempo vuestros temas son más profundos y maduros. En esta nueva etapa ¿dónde os encontráis más cómodos?

E.C.: Tenemos las dos modalidades, somos muy conscientes de dónde tocamos, de la hora y de qué público nos encontraremos. Lo que hacemos es intentar adaptar la música al estado anímico de la gente que tienes delante. Un concierto al aire libre intentamos dar más energía, con canciones animadas para que la gente pueda bailar. En un teatro es más cercano y te permite un contacto más familiar con el público. Las dos cosas coexisten y tenemos seguidores que vienen a vernos en teatros, otros en fiestas mayores y gente que combina las dos cosas, cosa que es riquísima.

Entonces estas últimas composiciones ¿serían más de fiesta mayor o de teatros?

J.E.B.: Bueno, también piensa que ya las parimos sabiendo que unas estarán más destinadas a conciertos enérgicos y que en un concierto más profundo las tendrás que sacrificar y al revés. Por ejemplo, en un concierto a las tantas, con la gente animada no puedes tocar muchas canciones tranquilas porque el público se duerme. Los años nos han enseñado a cuando hacemos una composición en qué ámbito se desenvolverá mejor.

El año que viene, 2015, 10 años de Els Amics de les Arts. ¿Tenéis alguna cosa preparada para celebrarlo?

E.C.: Es un año súper importante para nosotros y estamos pensando en ello, en cómo lo celebramos. No tenemos nada cerrado y no podemos decirlo aún, pero estamos trabajando en el espectáculo para ofrecer algo diferente para una efeméride de este calibre y buscando el lugar o lugares donde poder llevarlo a cabo. Estamos trabajando muchísimo en ello.

En Cataluña no paráis de hacer conciertos. ¿No os pica la curiosidad de exportar vuestro trabajo al exterior y hacer una gira internacional? Si aquí gusta tanto ¿por qué no puede gustar tanto o más fuera de Catalunya?

J.E.B.: Sí y lo hemos probado y ahora mismo estamos preparando una gira por el Reino Unido de cara al próximo año. Pero somos conscientes que es un público muy complicado, les cuesta escuchar música que no entienden.

Otros lugares como por ejemplo Latinoamérica es uno de los lugares que nos encantaría descubrir. Tenemos fans allí, hay gente que nos escribe desde Argentina, México; gente que con un mínimo interés podrían entender de qué van las letras o conectar con los mensajes. Evidentemente nuestro nivel de exposición allí es nulo y si alguien nos ve es porque nos busca o le recomiendan, tampoco somos ingenuos. La época que decíamos "iremos allí y lo llenaremos de gente" ya se nos ha pasado, "ya no nos pasa".